El mercado
laboral se torna cada día más competente, por lo que las personas se
han visto obligadas a adaptar o adquirir ciertas destrezas o características
que marquen la diferencia entre la competencia y “venderse” a la empresa para
lograr ser contratado.
Muchas
personas asocian las entrevistas de trabajo con interrogatorios lo cual puede
generar un ambiente poco hostil en donde el entrevistado se encuentra nervioso
y por ende crea barreras de forma inconsciente; por lo que lo más recomendable
es mantener una actitud positiva y contestar de manera tranquila y honesta.
Después de todo, la entrevista consiste en temas conocidos por los aspirantes.
La diferencia entre ser contratado/ascendido o no es
simple: ¿Es usted una persona profesionalmente íntegra? ¿Tiene usted las
habilidades personales para ser contratado/ascendido? Si no las tuviese, de
alguna manera u otra se deben adquirir, ya que estas pueden marcar la
diferencia entre trabajar o simplemente formar parte de la lista de
reclutamiento.
Personalmente opino que las cualidades para ser
contratado/ascendido deben de ser varias empezando con liderazgo. Una persona
líder es capaz de crear dirección influenciando y alineando a los trabajadores hacia
un mismo fin, por lo que son sumamente vitales para el buen funcionamiento y
crecimiento de la organización. De la misma manera, la capacidad de adaptación
es sumamente importante para diferenciarse entre los demás. Finalmente, la
proactividad es valorada el desarrollo de proyectos creativos y al asumir las
responsabilidades que estos involucran.
El desarrollo de las prácticas sociales se ha
convertido casi en una necesidad para crecer personal y profesionalmente. Las
empresas las valoran cada vez más y no sólo entre los profesionales dentro de
la misma, sino, que también al momento de seleccionar personal. Estas son de
suma importancia ya que pueden marcar la diferencia entre conseguir trabajo/
ser ascendido o no.